¡Conservemos la Creación y la Vida!
Escritura: Job
5:10 (VRV) – “Da
la lluvia sobre la faz de la tierra, Y envía las aguas sobre los
campos.”
Mensaje: El
mundo entero observa el constante cambio climático y calentamiento
global que afectan a todos los habitantes de la tierra. Nuestra casa
común está sufriendo daños irreparables, debido a la explotación
indiscriminada de los recursos naturales, incluyendo, entre otros,
la deforestación extensiva y el uso de pesticidas, lo que tiene como
resultado el deterioro de la calidad de vida humana.
Como consecuencia, los seres humanos están expuestos a desastres
ambientales naturales. Los efectos más graves los sufren las
poblaciones empobrecidas con escasez de alimentos básicos y agua.
Sequías, heladas, nevadas, vientos, lluvias irregulares afectan la
seguridad alimentaria, la soberanía y la supervivencia humana.
En medio de esta realidad, La Iglesia Evangélica Metodista en
Bolivia ha realizado jornadas nacionales de Ayuno y Oración para
clamar la intervención del Dios de la Vida para salvaguardar contra
amenazas a la integridad de la creación, la vida y la convivencia de
los seres humanos.
La fiel promesa del Dios de la Vida es proporcionar Su regalo
gratuito de lluvia a toda la tierra, no sólo a la tierra de Israel
(Job 5:10). La gran bendición de bondad de Dios enriquece la
tierra, la hace fructífera y abundante para el hombre y los
animales.
Dios envía agua para regar campos, ciudades y pueblos, bosques y
desiertos, muchos de los cuales no están bajo el cuidado del hombre,
sino bajo la providencia de Dios.
En este sentido, la creación y la vida son un regalo sagrado de
Dios, que ha sido concedido a toda la humanidad y que requiere un
cuidado y una administración responsable en beneficio de todos
(Génesis 1:26-31). Nuestra responsabilidad es hacer de nuestro
entorno natural un lugar habitable, esencial para la supervivencia
de toda la humanidad.
Desde la espiritualidad cristiana fortalecemos una espiritualidad
ecológica, como protectores de la obra de Dios a través del cuidado
de nuestra casa y vida común.
Desde las palabras proféticas de Dios, debemos asumir nuestra
corresponsabilidad como colaboradores y administradores
privilegiados de la creación y de la vida como obras de Dios, para
mantener la soberanía, la seguridad alimentaria e hídrica y la
calidad de toda vida humana para la supervivencia de toda la
humanidad.
Oración: Dios
Padre Bueno, Tú nos has creado para colaborar en la obra de la
creación. Sabemos que sin Ti nada podemos hacer. Deja que Tu lluvia
caiga sobre nuestra tierra árida, como en los tiempos bíblicos, para
que sea signo de Tu gracia y Tu bendición. Amén.
Obispo Medardo
Gutierrez
La Iglesia Evangélica Metodista, Bolivia
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